sábado, 13 de diciembre de 2008

Derian


Un hombre caminaba solo por las afueras de la ciudad. Habiendo sorteado a los guardias de las afueras para evitar conflictos, pudo continuar por el camino marcado. Eran horas peligrosas, pues la noche estaba en alza, pero no tenía mejor opción para conseguir esa especie de musgo que al igual que droga actuaba. Había quedado con el “comerciante” en el desvío del camino que salía de la ciudad. En todo Dánassos, ciudad capital, no había nadie que vendiese un musgo mejor, se decía que lo mejoraba mediante conjuros para aumentar la cantidad de clientes, ¡y vaya si lo conseguía!

Una pena fue para el pobre hombre que su querido proveedor no se encontraba allí. Esperó un poco y pronto apareció una figura, pero no era la persona que estaba esperando. Era un hombre no demasiado grande, vestido con ropas oscuras y un poco desgarradas: parecido a un simple ladrón pero intimidaba más. Tenía una capucha pero no iba cubierto con ello, su rostro por sí solo ya daba la impresión de llenarse de oscuridad hasta el punto de no llegar a distinguírsele bien a pesar de que el comprador portaba una antorcha.

- Vaya, -se adelantó el hombre que había llegado primero- supongo que te ha enviado Seíes. ¿Tienes el musgo?

- Ignoran los ratones el peligro de la noche –dijo el segundo sin haber escuchado nada de lo que el otro le decía- y el búho, su natural depredador, agradece este regalo…

- ¿Cómo dices?

- Es vicio y diversión para el búho, casi resulta erótico ulular para que la víctima eche a correr sin tener otra cosa que ilusión por escapar, pero no posibilidad…

- Déjate de cuentos, ¿tienes el musgo o no?

- No debiste salir a buscar nada ratoncito. Ahora duerme, duerme entre mis garras, que es Ella quien me envía…

- ¡Mierda! ¡La Hermandad Oscura! ¡Te pagaré el doble! ¡Por favor no me mat…-un brillo iluminó los ojos del atacante y un rugido ensordeció las súplicas de la víctima-!

Al día siguiente se encontró un cuerpo con marcas de dientes y garras, la cara desfigurada y las extremidades esparcidas junto con un montón de sangre ya seca bañando el camino. En concreto el tronco del hombre estaba atravesado por un poste cuya señal, en la que estaba escrito “Dánassos”, se había caído.

Derian había tenido una misión excesivamente simple, por ello se ensañó con el cadáver de aquel hombre. Él era un hombre lobo, uno de los actuales líderes de la Hermandad Oscura y aunque por ello no era plenamente necesario que participase ya en las misiones, seguía haciéndolo. La Hermandad Oscura era una asociación secreta de la que se negaba su existencia en la capital a pesar de que los rumores y el miedo estaban entre la gente. Generalmente, salvo casos concretos de venganza o, en el caso de Derian, por diversión, los asesinatos que cumplían eran por dinero. El dinero tenía el peculiar poder de comprar vidas.

Derian todavía podía recordar todo. La primera vez que se manifestó en él la licantropía fue esa noche de luna llena con apenas quince o dieciséis años. Despertó por la mañana descubriendo dos cuerpos sin vida y sangre por todos lados hasta entender que él mismo había matado a sus padres. Huyó de casa y vivió un tiempo en las calles escapando de la ley, incansable verdugo que se lanzaba en su búsqueda. Encontró ayuda en la Hermandad Oscura, donde le prometieron protección, trabajo, dinero y poder. Además le enseñaron cómo podía transformarse en lobo cuando quisiera. Resultaba absurdo pensar que la única posibilidad que tenía era cuando la luna se encontraba llena. De hecho, sí que influía, un hombre lobo pierde el control de si mismo y la bestia le posee cuando la luna se presenta perfecta, pero eso no implica que no pueda transformarse otras veces. La vez que mató a sus padres sólo fue la primera vez que de verdad se manifestó en él ese poder descontrolado.

Tras entrar en la Hermandad empezó con simples misiones barriobajeras y con el tiempo haber llegado a cumplir las misiones más suicidas sin ser visto ni herido. Aunque ya tenía algunas décadas de existencia, su físico se conservaba como el de un hombre de veintidós años. Como hombre lobo no envejecía y además se hacía más poderoso con el tiempo.

Actualmente se encontraba en una de las guaridas de la Hermandad. Concretamente posicionada en el sótano de una casucha abandonada. Claro que era un amplio sótano con numerosas habitaciones donde se alojaban unos doce asesinos de distintos rangos, siendo Derian el de mayor graduación. Un esqueleto animado hacía guardia paseando por las habitaciones. Derian se metió en su cuarto personal y se tumbó un rato, pero poco le duró el descanso porque la puerta sonó. Fue a abrir y se encontró con un draconiano con una carta.


- Misssión urgente ssseñor…



The Blind

6 comentarios:

  1. Creo que venía bien que yo mismo bautizase el blog con un primer relato.
    Confío en que pronto escriba alguien más.
    La parte de la Hermandad Oscura está basada en el juego "Oblivion". Es que la ambientación era muy buena.

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  2. mola! buen relato, buen comienzo!!! espero que continue igual y salga algo interesante del proyecto!

    me hace gracia lo del musgo jaj
    pero oye, la Hermandad Oscura son solo doce asesinos o doce asesinos y colaboradores varios??

    vaya bien!

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  3. A ver, está basado en el juego pero de todas formas tus datos son erróneos. Estan lo asesinos normales, los jefes de cada zona y luego los que son la mano negra (en el juego eran unos pocos pero creo que no llegaban a doce).
    De todas formas no había pensado meter a la mano negra como tal, simplemente Derian es parte de los líderes importantes.

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  4. oye, komo ke mis datos son erroneos?? ¬¬
    si los e sakado de ti!!
    "donde se alojaban unos doce asesinos de distintos rangos, siendo Derian el de mayor graduación."

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  5. A ver, en esa guarida se alojan doce.
    Hay otras con más asesinos y distintos jefes

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  6. Habrá más y lo del musgo es simplemente una droga.

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